Este 2 de abril se cumplen 29 años de la recuperación de las Islas Malvinas, que desencadenó una guerra con Gran Bretaña, que duró 74 días.
Malvinas: buscan declarar sagrado el escenario de una batalla sangrienta
Lo impulsa un grupo de ex combatientes argentinos con apoyo de los británicos.
Hay códigos que una vez establecidos se vuelven inquebrantables. Uno de ellos es el que tras la segunda mitad del siglo XX buscaron establecer los veteranos de guerra. Para el caso de quienes combatieron de uno y otro lado en el conflicto bélico por las Malvinas, vale la misma regla. Pese al vertiginoso deterioro de las relaciones entre Londres y Buenos Aires de los últimos años, un grupo de ex soldados de La Plata que combatieron en la feroz batalla de Monte Longdon “negocia” con los que fueron sus enemigos británicos para que intercedan ante los habitantes del archipiélago y se les permita darle carácter sagrado a este monte de la isla Soledad (la del Este). Y en virtud de ello, se les permitan dejar cruces y placas recordatorias en los puntos donde cayeron muertos 18 compañeros aquella larga madrugada de entre el 11 y el 12 de junio de 1982.
Hasta el momento, los isleños sólo han concedido “por razones humanitarias”, y bajo estrictas reglas, que los argentinos velen a su muertos en el cementerio de Darwin, que administra la Comisión de Familiares de Caídos en las Malvinas.
Ahora, el Centro de Ex Combatientes de La Plata (CECIM) arriesgó a dejar –con permiso local– exactamente 18 cruces blancas sobre ese terreno de turba y piedras, contó a este diario el secretario de relaciones institucionales del grupo, Ernesto Alonso, quien a mediados de marzo viajó a las islas con ex compañeros de la batalla de Longdon. Todos del Regimiento 7 de Infantería (Fernando Magno, Aníbal Grillo, Luis Aparicio, Sergio Sánchez, Martín Raniqueo, Fabián Pasaro, Juan Andreolli), menos Gustavo Acacio, del Grupo Artillería Antiaérea 601.
El viaje es un ritual que año a año hacen distintos ex combatientes de La Plata por acuerdo con el gobierno de la provincia de Buenos Aires, un trato muy difundido entre los veteranos de toda Gran Bretaña pero un escaso privilegio en la Argentina. El viaje de este año tuvo un giro inusual ya que el grupo fue autorizado a acampar una noche en Longdon , en la que revivieron los recuerdos de la guerra, y colocaron las 18 cruces.
Según explicó Alonso, el problema es que a lo largo de todos estos años “desconocidos” se organizaban premeditadamente para “limpiar” toda marca dejada en el lugar por los argentinos. De hecho, Monte Longdon dejó de ser aquel santuario “turístico” donde durante muchos años de la pos guerra se encontraban todo tipo de pertrechos argentinos . Zapatillas, mates, restos de armamentos de los días de la vigilia. Todo fue barrido en estos 29 años y hoy sólo quedan: una cruz y gran placa recordatoria de los muertos en la batalla colocada por los británicos pero que fue el pie para que empezaran las conversaciones entre viejos enemigos.
Fue Aparicio quien en 2010 se contactó con el Veterano de Guerra James O’Conell ex Parac 3, el regimiento que con 300 hombres entró la noche del 11 de junio sobre Longdon y obtuvo la última victoria británica que terminó con la rendición argentina del 14 de junio. Una primera gestión tuvo éxito. Hoy, en esa placa recordatoria y con la firma de O’Conell reza en inglés y español, una breve frase. “En memoria de “todos los soldados” que murieron allí, “los argentinos y los británicos”, dice. Y hace un pedido para que “Dios los acompañe y los proteja” y también pide una bendición de “Dios” para “ellos” y “sus familias”. O’Conell se comprometió a gestionar el aval isleño para que los argentinos puedan enclavar ahí sus recuerdos.
Antecedentes
Por la cantidad de muertos y por la forma en que se luchó, cuerpo a cuerpo, la de Monte Longdon es considerada una de las más sangrientas batallas de Malvinas.
Había 50 argentinos en la primera línea y otros 150 en la segunda sección. Tras ablandarlos con bombas durante días, los británicos los sorprendieron por tierra con 300 hombres del Parac 3
Entre las 22 del 11 de junio de 1982 y las 6 del 12 de junio murieron 29 argentinos y 23 ingleses. Hubo 100 heridos
El grupo de La Plata dejó en el monte por ahora sólo 18 cruces en los sitios donde cayeron sus ex compañeros del Regimiento de Infantería 7 .
Carlos Amato, del CECIM contó que con otros soldados enterró a 12 compañeros en una fosa común. Con los otros seis, no sabe qué pasó.
por Natasha Niebieskikwiat
2 de abril: Día del veterano y los caídos en Malvinas 
A pocos días de conmemorarse los 29 años de la Guerra de Malvinas, Jorge Escobar, un ex combatiente de la ciudad de Fray Luis Beltrán, habló con Once Noticias y contó parte de su historia, lo que vivió mientras transcurría este período de guerra.
Once Noticias - 31/3/2011



Medallas de honor del Ex Combatiente, Jorge Escobar 

Jorge escobar tiene 49 años, y tan sólo tenía 20 cuando se declaró la guerra, trabajaba en la construcción y de un día para otro fue convocado a la guerra por el Servicio Militar Obligatorio, más conocido como “La Colimba”.
“Lo único que pensé cuando se declaró la guerra fue en volver a casa, en defendernos los unos a los otros y volver a ver a nuestras familias”, expresó Jorge.
Su actividad militar se desarrollo en un buque destructor, llamado ARA Bouchard, su función era de maquinista dentro de las calderas”foguista”.
Junto con el buque ARA Bouchard, los buques ARA Piedrabuena, el ARA PI, el ARA Belgrano y el petrolero Puerto Rosales, constituían la Escuadra Sur, escuadra que zarpó el 28 de marzo de 1982 y llegó el 2 de abril a las Islas Malvinas.
Jorge nos enseñó un libro, “Malvinas, historia en historias”, en el cual deja su testimonio de lo ocurrido, en éste, se destaca una frase: “La rendición nos cayó muy mal, yo siento que cumplí con mi deber, creía que íbamos a ganar”. El libro fue escrito por Leonardo Alberto Daneri, nacido en la ciudad de Serodino, quien quiso rescatar los testimonios de todos los ex combatientes de Malvinas, quienes vivieron en carne propia el conflicto armado.
La gente se interesa mayormente en estas fechas, a este importante acontecimiento para la historia de la república, y a muchos veteranos de guerra, les molesta que solo se recuerde este suceso cuando llega la fecha, y no de vez en cuando.
Para Jorge, resulta una alegría inmensa, que por lo menos lo recuerden con orgullo: “cuando me preguntan sobre lo que pasó, me trae muchos recuerdos y por ahí nostalgia también, me siento bien”, afirmó.
Con respecto a los demás tripulantes que se encontraban en el buque con él, expresó: “Siempre nos estamos encontrando con los tripulantes del destructor ARA Bouchard, en la provincia de Buenos Aires, en Puerto Madero, dos o tres veces al año, nos encontramos todos”. Así se encuentran cada tanto en un lugar determinado, y llegan de distintas provincias para reencontrarse nuevamente, y recordar anécdotas y a quienes hoy no están con nosotros.
2 de abril de 1982, Guerra de Malvinas:
“La Junta Militar como Órgano Supremo del Estado comunica al pueblo de la Nación Argentina que hoy, la República, por intermedio de sus FF.AA., mediante la concreción exitosa de una Operación Conjunta, ha recuperado la Islas Malvinas para el patrimonio nacional. Se ha asegurado de esta manera, el ejercicio de la soberanía argentina sobre todo el territorio de las mencionadas islas y los espacios marítimos y aéreos correspondientes.
Quiera el país todo comprender el profundo e inequívoco sentido nacional de esta decisión, para que la responsabilidad y el esfuerzo colectivo acompañen esta empresa y permitan, con la ayuda de Dios, convertir en realidad un legítimo derecho del pueblo argentino, postergado, paciente y prudentemente durante casi 150 años.”
La disputa por el control de las Islas Malvinas, situadas a 400km de la costa argentina, desencadenó una guerra entre la Argentina y el Reino Unido. Argentina da inicio al conflicto ocupando las islas el 2 de abril para tomar el mando y destituir al gobernador británico, Rex Hunt. Tres días después de la invasión, el gobierno británico moviliza a la marina y la Fuerza Aérea y obtiene el apoyo de los EEUU.
Finalmente las tropas argentinas se rinden el 14 de junio, el país reivindica los derechos sobre la isla hasta 1990.
Medios de comunicación:
Durante este período de guerra, los medios de comunicación; las radios, los diarios y la televisión informaban sobre todo lo que sucedía. Muchos de los títulos de las noticias decían que Argentina ganaba la guerra y los soldados argentinos estaban en perfectas condiciones.
Los argentinos el 2 de abril, amanecieron con la noticia que las Islas Malvinas eran nuestras. El pueblo salía a las calles y algunos hasta se llegaron a la Plaza de Mayo para dar todo su apoyo y a festejar, que después de más de 150 años las islas eran otra vez de sus legítimos dueños.
La televisión impulsaba noticias alentadoras que estábamos saliendo victoriosos, pero nada era verdad. Los británicos hundieron el Crucero General Belgrano, por un submarino nuclear de ataque, en el naufragio murieron 323 hombres y sobrevivieron 770.
Las almas argentinas que dejó Malvinas fue una cantidad de 649, que lucharon por defender a la patria hasta el final, quienes ahora se encuentran junto con sus compañeros en el cementerio de Darwin.
Carta de un soldado a Dios:
La siguiente carta fue encontrada en la chaqueta del soldado clase 62, Marcelo Daniel Massad, fallecido en Malvinas.
Escucha Dios:
Yo nunca hablé contigo, Hoy quiero saludarte: ¿Cómo estás?
¿Tú sabes? Me decían que no existes, y yo, tonto, creí que era verdad.
Anoche vi tu cielo. Me encontraba oculto en un hoyo de granada...
¡Quién iría a creer que para verte bastara con tenderse uno de espaldas!
No sé si aún querrás darme la mano; al menos, creo que me entiendes.
Es raro que no te haya encontrado antes, Si no en un infierno como éste.
Pues bien... Yo todo lo he dicho. Aunque la ofensiva nos espera para muy pronto,
Dios no tengo miedo desde que descubrí que estabas cerca.
La señal! Bien Dios, ya debo irme. Olvidaba decirte... que te quiero.
El choque será horrible... en esta noche ¡Quién sabe! tal vez llame a tu cielo.
Comprendo que no he sido amigo tuyo. Pero ¿me esperarás si hasta ti llego?
¡Cómo! ¡Mira Dios: estoy llorando! tarde te descubrí ¡Cuanto lo siento!
(Qué raro: sin temor voy a la muerte...) Dispensa, debo irme ¡Buena Suerte!
Ley 24.950:
Decláranse "Héroes nacionales" a los combatientes argentinos fallecidos durante la guerra de Malvinas, en el año 1982, en defensa de la soberanía nacional sobre las islas del Atlántico Sur.
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:
ARTICULO 1°- Declarase "Héroes nacionales" a los combatientes argentinos fallecidos durante la guerra de Malvinas, en el año 1982, en defensa de la soberanía nacional sobre las islas del Atlántico Sur.
Entrevista a un ex combatiente
“Aunque ya pasaron  veintinueve años, la mochila la llevó acá en mi espalda”
Comarca Andina - 31/3/2011
Raúl Larenas es ex combatiente de Malvinas y vive hace muchos años en Lago Puelo. Estuvo en combate desde mediados del mes de abril de 1982 hasta el día de la rendición. Sus recuerdos lo llenan de lágrimas y su familia es el apoyo que lo ayuda a salir adelante.
Larenas es uno de  los ocho ex combatientes que eligió  Lago Puelo como el lugar para vivir y buscar un espacio para alojar esos pensamientos que lo acompañan desde 1982. Junto a él, Mario Avila, Damial Cataldi, Mario Vera, Rafael Ruarte, Jorge Swechtel conforman el grupo de vecinos que llevan consigo parte de la historia más difícil de la Argentina, la de la guerra.
A pocos días de conmemorarse un nuevo día del Veterano de Guerra y de los Caídos en Malvinas las miradas de la sociedad se colocan como es habitual detrás de los actos oficiales, las actividades de este feriado y la oportunidad, según el día del año que caiga el 02 de abril de tomarse un fin de semana más largo que lo normal.
Sin embargo no todos viven estas fechas de la misma forma. Ser un ex combatiente en el mes de abril es un desafío que supera las capacidades de ocultar los recuerdos más oscuros, aquellos que aún permanecen y cuestan superar.
“Son veinte nueve años de Malvinas y me encuentran como todos los años. Es una fecha de muchos recuerdos. Tratado de llevarlo lo mejor posible”, relata con la voz quebrada Larenas comenzando con la entrevista.
¿Cómo llegaste a ser un soldado que combatió en Malvinas?
Yo era soldado viejo ya. Había entrado a hacer el Servicio Militar en el año 1981. Ósea yo ya estaba haciendo el Servicio Militar y me faltaba 30 días para que me den  la baja. Antes de que me den la baja saltó el tema de Malvinas y bueno…nos dirigieron cartas de presentación para incorporar a todos los que nos habíamos retirado en la primera y en la segunda baja y de ahí ya nos llevaron a Malvinas. Yo vivía cerquita de La Plata, en un pueblito muy chiquito llamado Arturo Seguí y estaba haciendo el Servicio Militar en el Regimiento de Infantería Mecánica 7  de La Plata. ¿Cómo fue?..que sé yo, un día martes 13 de abril ya estaban todos los soldados  de la Clase 62. Los que se habían ido a los seis meses, a los nueve meses  y los que esperábamos la baja. Al incorporar toda la Clase 62 y estar completo el regimiento la orden que dan  es embarcarse hacia El Palomar y de El Palomar a Río Gallegos en un Boing 777. De ahí directo a Malvinas. Nosotros no íbamos pensando que íbamos a Malvinas. A nosotros nos sacan del regimiento con rumbo a Buenos Aires, ni siquiera sabíamos que íbamos a El Palomar. Nos sacaron en micros de líneas de corta distancia de La Plata y una vez que estábamos en El Palomar a las cuatro de la mañana del día 14 no sacaron a Río Gallegos. Y estando ahí el mismo día 14 viene la orden de embarcarnos en un Hércules y de ahí a Malvinas.
¿A que parte de la Isla te enviaron?
En Malvinas desembarcamos en Puerto Argentino y estuve hasta la rendición. Yo vine en el barco Camberra. Pase todos los días a partir del día 15 que llegamos a Puerto Argentino , el 16 nos llevaron a Puerto Longdon , que está a quince kilómetros de Puerto Argentino y ahí nos tuvieron hasta el 11 de junio que fue el ataque final y nos hicieron ir replegando y recién el día 14 nos llevaron a Puerto Argentino, hasta ese día estuve en combate.
¿Cómo fue el regreso de Malvinas?  
A nosotros nos recibieron por la puerta de atrás. Se estaba firmando la rendición y nosotros todavía estábamos combatiendo. Cuando llegamos a Puerto Argentino nos enteramos que se había firmado la rendición. Y llegar a casa….no sé cómo explicarlo..fueron momentos lindos. – los recuerdos invaden su memoria y Larenas se quiebra, respira, toma agua y vuelva a su relato.- la vuelta a casa fue bastante dura y linda a la vez, porque uno volvía a casa después de una guerra y la sociedad nos rechazó mucho. Nos rechazó mucho,  porque perdimos la guerra. Insertarnos en la sociedad nos costó muchísimo más después. Nos llevo muchos años de peleas para poder insertarse. Poder conseguir un trabajo,  fue muy difícil. En su momento vos ibas a pedir trabajo, y cuando llevabas el curriculum te preguntaban si habías hecho el servicio militar y todas esas cosas y era como te querían rechazar. Además había una falta de reconocimiento y de conocimiento por parte de la gente que no estaba bien el tema y bueno fue muy duro volver.
¿Cómo surgió la idea de ser organizador de una muestra de Malvinas?
Después del 2001 cuando hicimos un viaje en familia. Después del viaje ese empezamos en familia a recopilar datos, fotos,  libros, yo traje algunas cosas de la isla como artillería y esquirlas de artillería naval inglesa, proyectiles argentinos e ingleses, traje tierra y turba. Además caque muchas fotos. A todos lo que fueron y a mí me hizo muy bien. Porque vos vas y vez el mismo lugar  y vez las cosas diferentes. Entonces al verlo diferente te ayuda un poco. Yo viaje en familia que para mí me  hizo mejor todavía. Hay muchos que van solos. Yo no lo aconsejo. La verdad es que yendo en familia, que tu señora y que tu hijo vean donde estuviste, todo ese tiempo, donde combatiste y más  menos vean como fueron los días allá en Malvinas me hizo muy bien.
¿Cómo es el encuentro con los otros ex combatientes? ¿Se habla del tema o se prefiere el silencio?
Se habla mucho. Yo me junto a cenar con Damián Cataldi y Rafael Ruarte (ambos de Lago Puelo) y se habla. Ahora son anécdotas de la guerra. Cosas que quedaron, porque cada uno tuvo una vivencia distinta, Damián Cataldi estuvo un sector, Rafael Ruarte estuvo en otro, Raúl Larenas estuvo en otro…esto es así. Siempre que nos juntamos sale algo que no se habló en otra conversación. Nos juntamos en familia y son unas charlas hermosas que hacemos.
¿Qué rol cumple la familia en la vida de un ex combatiente?
Para mí caso especial es el apoyo. Es la contención y estar todos los días sabiendo que a uno le cuesta mucho llevar esto. Más estas fechas, pero la familia es lo primordial y a mí me hace muy bien. Voy con mi familia a todos lados.      
Volver a Malvinas y empezar de cero
Raúl Larenas tuvo la oportunidad de estar entre los primeros cinco ex combatientes que luego de muchos años decidieron volver a las islas para tocar ese suelo que tanto dolor les habría producido en comienzo de la década del ochenta.
Se trató de un viaje familiar que se realizó en el año 2001 el cual, junto con su esposa y su hijo recorrió algunos de los lugares en los cuales él había estado combatiendo, los museos y hasta tuvo la oportunidad de conocer una escuela de la isla.
Luego de esta experiencia la vida Larenas cambió por completo. Haber logrado compartir con su nucleo familiar parte de lo que le había tocado vivir le abrió el camino a hacía otras forma de sobrellevar el duelo de la guerra, y argumenta, “aunque muchos digan que ya pasaron más de veintinueve años, la mochila la llevó acá” señalándose la espalda.
Luego de muchos años, cuando se habían cumplido veinte años de la guerra, él junto a su familia comenzó con un proyecto que es el mismo que hoy en día se puede observar en estas fechas en la Casa de la Cultura en Lago Puelo.
Se trata de la conformación de un mini museo de Malvinas en el cual él mismo refleja fotos de su viaje en el año 2001 y fotos de los combates, además de archivos históricos de los medios de la época y una cantidad de piezas de colección invalorables, como trozos de una bandera inglesa quemada en la guerra, restos de balas y hasta las chapas de los motores de los aviones derribados por ambos bandos.
Estas piezas que alberga y cuida el ex combatiente se están exponiendo hasta el 03 de abril en la Casa de la Cultura de Lago Puelo y se trata de un emprendimiento que es solventado por el propio Laneras, que es quien invierte en impresión de afiches, fotos, vitrinas y hasta audios.
Se trata de una muestra audiovisual, dado que además de los recortes de diarios, fotos y videos que ofrece de Malvinas, gracia al apoyo de Radio Nacional El Bolsón logró digitalizar el audio de un disco de pasta que contiene entre otras cosas, discursos del General Leopoldo Fortuna Galtieri, y la marcha de Malvinas.
Asimismo parte de la colección que posee incluye monedas de uso corriente en la isla, pin´s de distintas empresa argentinas como ENTEL del 1982 con la leyenda de apoyo a los combatientes y uno de los diez mil platos que se vendieron en un famoso y polémico programa televisivo que organizó ATC (Canal 7) para recaudar fondos para los “chicos” que se habían ido a la guerra.
El horario en el cual se podrá visitar este espacio será de 10 a 19 hs. en la Casa de la Cultura local, ubicada en la calles Los Notros y Las Margaritas.
Bajo el lema “el valor de la Vida es todas sus expresiones debe prevalecer sobre todos los intereses” ex combatientes apoyados en algunos casos por sus familias son los encargados de llevar a cabo esta exposición.
En la villa turística se albergan y viven desde hace muchos años al menos cuatro ex combatientes, que siendo sólo unos jóvenes soldados se enfrentaron a las tropas inglesa hace ya 29 años.
La muestra estará abierta todos los días y quienes la visiten podrá dimensionar algunos hechos que ocurrieron durante los meses del combate y lo que devino después, algunos recortes de diarios que reflejaban los combates a su manera y hasta recuerdos traídos por aquellas personas que arriesgaron su vida en un delicado momento de la historia argentina.
En la localidad de Lago Puelo, que festeja su aniversario el mismo día que se conmemora el desembarco en Malvinas se sancionó en el año 2008 una ordenanza que establece el reconocimiento Histórico y Moral para los convocados, Movilizados y todas aquellas personas que de una u otra forma intervinieron en la gesta de Malvinas en el año 1982.
Asimismo la plaza ubicada en la parte de afuera de la Oficina de Informes Turísticos lleva el nombre de Paseo Islas Malvinas y en el lugar fue colocada una placa que recuerda los hechos trágicos de la guerra.
La ordenanza argumenta que “es necesario un reconocimiento a los soldados conscriptos que durante la gesta de las Malvinas estuvieron como común mente se dice a pie de guerra o al pie del cañón a fin de estar a disposición de la nación en caso que se les requiriera. Que los soldados convocados y movilizados son dignos de un reconocimiento por haber estado prestos a defender la soberanía nacional en el conflicto bélico de 1982 con Inglaterra por las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur las que son por legítimo derecho argentinas. Que si bien los soldados convocados y movilizados en el continente no pisaron suelo insular, han igualmente atravesado momentos de gran tensión y preocupación en su persona y la de sus familiares, viviendo experiencias que difícilmente puedan borrar de sus memorias”.
Este sábado en conjunto con las actividades que se desarrollarán para festejar al aniversario número ochenta y tres de Lago Puelo se realizará el acto por el Día de los Veteranos y Caídos en la Guerra de Malvinas, que si bien aún no fue confirmado el lugar se realizaría a partir de las diez treinta horas.
 A 29 años de la Guerra de Malvinas
Un héroe, todos los héroes
Varios relatos británicos mencionan a un heroico soldado argentino del que casi nada se sabe, que fue ultimado poco antes de la caída de Puerto Argentino, tras negarse a rendirse, cuando su sección ya lo había hecho. En 1983, fue hallado un cuerpo en la zona de ese combate y se lo enterró como NN en Darwin. Con los años, varios estudios empezaron a relacionar una cosa con otra dando origen a "la leyenda del soldado Pedro", un héroe anónimo al que todavía sus ex compañeros de batalla siguen tratando de identificar
La noche del 13 de junio de 1982, cubierto por la nevisca reinante, el Segundo Batallón de Guardias Escoceses asaltó las posiciones argentinas en Tumbledown, un monte de 228 metros de altura que dominaba la última línea defensiva de las tropas nacionales alrededor de Puerto Argentino, capital de las islas Malvinas. Tras ocho horas de combate -reconocido por ambos bandos como el más duro de la campaña- y un último y desesperado contraataque, los argentinos se vieron forzados a retirarse. Detrás dejaban la última chance de detener el asalto enemigo hasta la llegada del invierno y evitar así la derrota total, que llegaría pocas horas más tarde. Pero su resistencia y entrega dejaban algo más entre los británicos: una leyenda.
Ya en la madrugada del 14 de junio, cuando las posiciones argentinas iban cayendo, un soldado criollo habría decidido seguir peleando, quizá para permitir la retirada de sus compañeros o tal vez por no aceptar la inminente derrota.
Algunos relatos británicos dicen que resistió una hora, otros sostienen que aguantó aunque todos coinciden en que este muchacho cambió de posición constantemente e hizo fuego contra los Guardias, negándose a rendirse; incluso cuando un oficial argentino capturado le ordenó hacerlo. Hasta que fue abatido por una combinación de cohetes antitanque y un último y fatal disparo en la frente. Cayó en la ladera este del monte, denominada La Terraza, en un despeñadero tan inaccesible que su cuerpo recién pudo ser recuperado en enero de 1983.
Los Royal Pioneers y los enterradores civiles que rescataron el cadáver desconocían el nombre de este joven, como el de la mayoría de los 649 argentinos que murieron en las islas. Sólo sabían que había sido un héroe, que de haber sido uno de ellos, hubiera recibido los más altos honores. Su recuerdo perduró, y con el tiempo lo apodaron Pedro. ¿Por qué Pedro? Probablemente, porque para los británicos es un nombre apropiado para un latino desconocido, como John podría serlo para un británico desconocido. Sea como fuere, recién varios años después se empezó a profundizar en el tema.
"Pedro podría haber esquivado la batalla, pero en cambio peleó solo y a muerte, y es triste que su nombre no sea conocido y honrado como merece", afirma el historiador británico-estadounidense Hugh Bicheno en su libro Razon´s edge, que aunque con algunas críticas, es considerado el más serio de los que alude al personaje.
Cuando se dio con el cuerpo, todos los argentinos caídos en Malvinas ya estaban enterrados en Darwin, en tumbas anónimas. A Pedro le correspondió la B-1-15, y con eso pasó a ser un "soldado desconocido" más.
¿Cómo develar entonces quién fue este heroico conscripto? Hay una primera respuesta bastante imprecisa, aunque cierta: Pedro fue uno de los cerca de 30 argentinos que murieron en Tumbledown.
Tras un manto de misterio
El notable desempeño de Pedro no fue la excepción en Tumbledown. La noche del 13 al 14, el grueso de los argentinos que permanecía allí pertenecía al Batallón de Infantería de Marina Nº 5, Compañía Nácar, con base en Tierra del Fuego en tiempo de paz. Los hombres del BIM-5 estaban acostumbrados al frío y al viento, y su duro entrenamiento de dos años los había preparado mejor que a la mayoría del Ejército. Estaban bien equipados y contaban con amplio entrenamiento en cartografía y combate nocturno, algo fundamental en Malvinas, donde la mayoría de los ataques británicos se dio por la noche.
Los tropas enemigas consideraban al BIM-5 de lo mejor de la Argentina. Y la unidad hizo justicia a su fama: sobre dos secciones de la Compañía Nácar cayó la furia de la Compañía Left Flank de los Guardias Escoceses, pero los infantes contuvieron a esa fuerza muy superior en número alrededor de seis horas. Para desalojarlos, los británicos tuvieron que asaltar una a una sus posiciones, recurriendo a la artillería terrestre y naval, los misiles antitanque, las granadas, y el combate cuerpo a cuerpo. Teniendo en cuenta que Pedro luchó con tanta garra, no sería de extrañar que hubiera pertenecido a este grupo.
Salvo por un dato: el BIM-5 batalló, en general, en la parte oeste de Tumbledown, lejos de donde hallaron a Pedro. Sin embargo, por mucho tiempo no se descartó que Pedro pudiera ser un infante de marina que escapó de la derrota inicial y se replegó para seguir peleando. Aunque algo revelado por Bicheno a Enfoques permitiría desechar esa posibilidad: "Pedro vestía como los del Ejército. Si hubiese tenido el uniforme del BIM-5, los que recuperaron su cadáver lo habrían comentado. Los británicos pensaban erróneamente que el vestuario de los infantes de marina era distintivo de los comandos argentinos".
Dado que no es lo mismo combatir con una fuerza de élite que con conscriptos, si Pedro hubiese vestido como un integrante del BIM-5, los británicos no se hubieran privado de destacarlo. Eso es lo que hicieron en las batallas donde enfrentaron a grupos comandos porque les enorgullecía haberlos vencido. Así las cosas, si Pedro era del Ejército, ¿a qué unidad pudo pertenecer?
En Tumbledown participaron varias unidades del Ejército: 48 hombres de la 3ª sección de la Compañía B del Regimiento de Infantería Motorizada 6, de Mercedes, Buenos Aires; 12 de la compañía B del Regimiento del Infantería 12 de Mercedes, Corrientes, a cargo del subteniente Celestino Mosteirín y que sufrió la baja del conscripto Ramón García, y otra sección aún más disminuida (cinco hombres) del Regimiento de Infantería 4, con asiento en Monte Caseros, Corrientes, a cargo del subteniente Oscar Silva, que murió junto a sus cuatro muchachos. La mayoría procedía de Dos Hermanas, enclave perdido la noche anterior.
Oscar Teves, autor local del libro Pradera del Ganso y próximo a escribir otro sobre Tumbledown, no descarta a ninguno de estos grupos. Ni siquiera al BIM-5: "En verdad, no sé si La Terraza es el lugar donde cayó Pedro. Es más, recorrí la zona y no vi lugares inaccesibles como el que describe Bicheno".
En cambio, para el hoy teniente coronel y por entonces subteniente de 19 años de la 3ª B/RIM6, Esteban Vilgré La Madrid, las líneas de investigación siempre fueron dos: "Hasta saber lo del uniforme de Pedro, siempre pensé que era un infante de marina desprendido de la sección del teniente de corbeta Carlos Vázquez -la última del BIM-5 en resistir- o uno de mi sección, que luchó en el lado este de Tumbledown, donde abatieron a Pedro. Aparentemente, este joven cayó a 400 metros del sitio inicial donde estaba yo, pero eso no significa que no perteneciera a mi grupo porque no estábamos todos juntos".
La Madrid descarta a los muchachos del subteniente Silva, ya que se encontraban en el sector oeste del monte. También al soldado García, del RI-12. "Me lo aseguró el subteniente Mosteirín", acota.
Tumbledown, escenario de uno de los combates más duros en la guerra.
Los conscriptos muertos del RIM-6 en Tumbledown cayeron durante un contraataque lanzado sobre el final, una vez doblegada la sección del teniente Vázquez. El RIM-6 estaba bien entrenado por su jefe, el teniente coronel Oscar Jaimet, antiguo comando que había instruido a sus hombres en combate nocturno. Pese a no estar tan aclimatados como los fueguinos del BIM-5, los muchachos del RIM-6 eran en general peones de Lobos, Mercedes, Luján y zonas aledañas, que sabían de heladas e intemperie. Y coraje no les faltaba: Oscar Poltronieri, el soldado más condecorado del Ejército en su historia era uno de sus dos ametralladores (ver recuadro).
La historia de Poltronieri tiene varios puntos en común con la de Pedro: Poltronieri cambió constantemente de posición y se rezagó durante la retirada, aletargando el ataque británico. Y también fue dado por muerto, aunque en realidad logró escapar.
¿Es posible que la leyenda británica mezclara varias historias? No se puede descartar. De hecho, en batallas anteriores también aparecieron relatos de francotiradores o ametralladores argentinos deteniendo ataques durante horas. Hay un cierto patrón en la psique británica, más dispuesta a creer en historias de "súperargentinos" que en la resistencia organizada de varios grupos oponiéndoseles al mismo tiempo. Es más, como en el caso de Pedro, en los relatos sobre el combate del 28 de mayo en Pradera de Ganso, se habla de criollos negándose a rendirse ante el pedido de oficiales capturados.
No es lo único. Ya que hay diferentes versiones de la leyenda de Pedro: en una, el joven dispara contra los helicópteros británicos de evacuación médica. En otra, son dos los que lo hacen, y se encuentran al otro lado del monte.
Esto tiene su lógica. La batalla de Tumbledow no sólo fue de noche sino que nevaba, por lo que la visibilidad era muy mala. Y los militares británicos estaban librando una durísima pelea, bajo fuego enemigo. Relatos de ambos bandos cuentan que el monte literalmente temblaba por los impactos de sendas artillerías, que saltaban esquirlas cortantes de roca y que el ruido era tan ensordecedor que apenas se escuchaban las órdenes y se tenía conciencia de lo que sucedía a pocos metros. Es factible entonces que bajo tanto estrés, los británicos mezclaran situaciones diferentes con distintos soldados argentinos (entre ellos Poltronieri). Además de los relatos que ya habían escuchado y lo que esperaban de sus enemigos.
Por eso no hay que desechar que haya habido más de un Pedro. Uno de ellos, el hallado en enero de 1983.
Las bajas del RIM-6
Pero dándoles crédito a los dichos de Bicheno, ¿de quién era el cuerpo recuperado en el despeñadero?
Las alternativas se reducen a los soldados del RIM-6 que cayeron en combate. En 2010, para el bicentenario de ese regimiento, Enfoques viajó a su nuevo cuartel, en Toay, La Pampa, donde hay una placa en homenaje al conscripto Juan Horisberger, que dice que el enemigo lo apodó Pedro por su valentía. Sin embargo, más allá de su coraje, sólo se trataría de una iniciativa ligada a la buena voluntad de algunas personas. Asimismo, testimonios de varios de sus compañeros indican sin duda que Horisberger fue el primero en morir, de un tiro en el pecho.
Otros tres soldados, Horacio Balvidares, Horacio Echave y Héctor Guanes, murieron en posiciones conocidas. Los dos primeros habían caído cerca de Sapper Hill y Guanes, en Dos Hermanas.
Sobre Ricardo Luna surgieron dudas, pero para La Madrid, su deceso no coincide con el momento en que habría caído Pedro. También hubo interrogantes en torno a Juan Rodríguez, aunque según La Madrid, el tirador de la sección David Torres fue testigo de su muerte, cerca del fin del combate de Tumbledown, en la madrugada del 14 de junio. La última baja del RIM-6 fue Sergio Azcárate, que murió cuando la sección se encaminaba a Puerto Argentino, alcanzado por fuego enemigo.
Así, quedan sólo dos: Luis Jorge Bordón, de Lobos, y Walter Ignacio Becerra, que en 1982 vivía en el barrio Zarza de Moreno, Buenos Aires. Ambos integraban el primer grupo de tiradores.
"A mí me suena más la chance de Becerra. Primero, porque Bordón no estaba tan cerca del lugar descripto, aunque tampoco lo descarto. Y además, por su forma de ser: un tipo muy astuto, vivaracho. El relato sobre un muchacho cambiando de posiciones para despistar al enemigo cuadraría con él, con su personalidad. Y también por el arma que usaba, un FAP, versión ametralladora del FAL normal, con mucha cadencia de fuego, que hubiera llamado poderosamente la atención de los británicos, por sonar distinto al grueso de las armas propias y ajenas", señala La Madrid.
Una forma de saber si Pedro y Becerra fueron la misma persona era averiguar quién fue el militar argentino que lo habría intimado a rendirse. Según relatos británicos, ese oficial podía ser Vázquez. No obstante, en ese momento el teniente del BIM-5 estaba siendo "interrogado" por sus captores del otro lado del monte porque lo confundieron con un francotirador que les había matado varios hombres. Vázquez no habla mucho sobre Malvinas, aunque por intermedio del investigador Teves se pudo confirmar que él no fue quien habría intentado disuadir a Pedro. Tampoco lo fue el subteniente Mosteirín, que cayó preso junto al teniente de corbeta. Por lo que la leyenda de Pedro sigue reservándose algunos misterios.
El Ejército no se pronunció oficialmente sobre esta historia. Por ende, se descarta que se haya pensado en recurrir a análisis de ADN para conocer la verdadera identidad de Pedro. Además, en cuanto a Becerra sería imposible hasta que no se logre dar con su familia. "En los casos de Becerra y Guanes, nunca pudimos establecer contacto; con el resto, sí. Al principio, cuando llamábamos, muchos estaban muy enojados, eran padres que habían perdido a sus hijos en la guerra. Pero cuando les explicábamos que lo hacíamos para invitarlos a homenajes que rendíamos a sus hijos, cambiaban de actitud", explica el teniente coronel Marcelo Pollicino, responsable de algunas de esas búsquedas, como de actividades relacionadas con el stress postraumático de veteranos de guerra y familiares y entusiasta seguidor de la historia de Pedro. "Hacer estudios de ADN conllevaría una decisión política, cuestiones diplomáticas, fondos. Además, debería ser para todas las familias que tienen un hijo sepultado como NN en Malvinas", añade.
El último intento para localizar a la familia de Becerra fue en 2004, en la dirección y teléfono de su madre, en el barrio porteño de Parque Patricios. Enfoques retomó la búsqueda mediante la Unidad de Atención y Asistencia al Veterano de Malvinas de la ANSES, aportándole nombre completo y DNI del fallecido, aunque al cierre de esta edición no se había obtenido respuesta, lo que impidió saber si alguien cobra una pensión en su nombre e intentar contactarlo.
Como Pedro habría muerto en soledad y nadie pudo certificar que se tratara de Becerra, esta investigación sigue abierta. Sólo un testimonio clave que este trabajo tal vez no halló o un ADN al cuerpo enterrado en la tumba B-1-15 de Darwin podría quizá desentrañar el interrogante. Pero no cabe duda de que, sea quien fuere, Pedro encarna el valor de muchos jóvenes que ofrendaron o estuvieron dispuestos a dar su vida por la Patria. Muchos de los cuales hoy caminan por las calles, anónima y humildemente, a pesar de haber actuado como verdaderos héroes.
EL UNICO CONSCRIPTO CONDECORADO
"Constituirse durante toda la campaña en ejemplo permanente de sus camaradas, por su espíritu de lucha, sencillez y arrojo, ofreciéndose como voluntario para misiones riesgosas. En combates desarrollados en las zonas de los montes Dos Hermanas y Tumbledown operó eficazmente con una ametralladora deteniendo ataques enemigos. Fue siempre el último en replegarse, resultando sobrepasado en ocasiones por los ingleses. Dos veces se lo tuvo por muerto, pero logró reunirse con su sección y siguió combatiendo con igual decisión y eficacia". Así reseña la Cruz de la Nación Argentina al Heroico Valor en Combate el accionar en Malvinas de Oscar Poltronieri, el único conscripto condecorado con este galardón por el Ejército Argentino en toda su historia. "El Poltro" nació en Mercedes el 3 de abril de 1962, hoy cumple 49 años. En su ciudad natal realizó diversas tareas de campo desde chico (no pudo ir a la escuela) y también hizo la conscripción, a la que se presentó porque no lo convocaban. Tras la guerra, con las medallas, pasó por la TV local y europea, hasta que llegó la hora de seguir con su vida. Se casó, tuvo cinco hijos (el primero murió), se mudó al conurbano y trabajó 14 años en una compañía láctea. Luego empezó a deambular por un sinfín de lugares y hasta llegó a pedir en los trenes. Callado y solitario, ahora vive humildemente en Entre Ríos, aunque al menos ya no piensa en vender las medallas que dan cuenta de sus hazañas malvineras".
LIBROS EN LA PESQUISA
El primer texto británico que hizo referencia a la heroica resistencia de un soldado argentino en Tumbledown fue Going back: return to the Falklands, de Simon Weston, un ex guardia galés que sufrió muy graves quemaduras durante el hundimiento del buque Sir Galahad. El libro, tildado de poco confiable debido a la experiencia que atravesó su autor, habla de dos conscriptos del BIM-5 que le dispararon a helicópteros médicos del Reino Unido en el lado opuesto del monte al que aludirían los siguientes títulos. En 1989, salió The fight for the Malvinas, del militar e historiador Martin Middlebrook, el primero en cruzar fuentes de ambos bandos. 5th Infantry Brigade in the Falklands, de Nicholas van der Bijl y David Aldea, volvió a decir en 2002 que el conscripto le había tirado a los helicópteros de evacuación. Algo que el historiador Hugh Bicheno negó tajantemente en Razon´s edge, en 2006. De los cuatro, sólo el último texto se tradujo al castellano tres años después como Al filo de la navaja.
por Sergio Núñez y Ernesto Castillo

Fuente: 
Diario Clarín 2/4/2011
Once Noticias 31/3/2011
Comarca Andina 31/3/2011

http://www.diasdehistoria.com.ar/content/el-29%C2%B0-aniversario-del-2-de-abril-de-1982