Tuesday, October 11, 2011

Fundamentos de la DSI (Doctrina Social de La Iglesia)

“(…) La fuente última de los derechos humanos no se encuentra en la mera voluntad de los seres humanos, en la realidad del Estado o en los poderes públicos, sino en el hombre mismo y en Dios su Creador. Estos derechos son « universales e inviolables y no pueden renunciarse por ningún concepto ». Universales, porque están presentes en todos los seres humanos, sin excepción alguna de tiempo, de lugar o de sujeto.
Inviolables, en cuanto « inherentes a la persona humana y a su dignidad » y porque « sería vano proclamar los derechos, si al mismo tiempo no se realizase todo esfuerzo para que sea debidamente asegurado su respeto por parte de todos, en todas partes y con referencia a quien sea ». Inalienables, porque « nadie puede privar legítimamente de estos derechos a uno sólo de sus semejantes, sea quien sea, porque sería ir contra su propia naturaleza.”
Compendio de la DSI, 153
La Persona humana: unidad substancial de cuerpo y alma…
Santo Tomás insiste en la unidad del ser humano. Mi actividad espiritual esta necesariamente ligada a lo material, es decir, no hay idea por más elevada que sea que no provenga de la percepción sensorial, causada por las cosas materiales. Ni tampoco hay amor humano tan espiritual que no este ligado a lo corpóreo.
El hombre –yo- no soy un complejo evolucionado de partículas atómicas, ni un espíritu encerrado en un cuerpo. Sino que somos una unidad substancial, en la que lo material y lo espiritual están íntimamente fusionados, sin confundirse.
El autor acepta la idea cristiana que el mundo ha sido creado por Dios para el hombre; todo lo demás tiene su sentido en esa perspectiva, es decir, por su referencia a lo humano.
Los Derechos Humanos
¿Cuál es el fundamento de estos derechos?
La raíz de los derechos del hombre se debe buscar en la dignidad que pertenece a todo ser humano y esta dignidad, igual en toda persona, se descubre y se comprende, ante todo, con la razón, pero también el fundamento natural de los derechos aparece aún más sólido si, a la luz de la fe, se acepta como dada por Dios y Redimida por Jesús.
La fuente NO es la mera voluntad de los seres humanos. En la realidad del Estado o en los poderes públicos, sino en el hombre mismo y en Dios su Creador.
Dimensiones de la persona humana | Cáp. III CDSI a) La Unidad 
b) La Apertura a la trascendencia y unicidad
c) La libertad
d) La Igualdad
e) La Sociabilidad

Breves ideas sobre cada dimensión de la persona1:…
a) La unidad de la persona: pág. 91
127. El hombre ha sido creado por Dios como unidad substancial de alma y cuerpo.
128. Mediante su corporeidad el hombre unifica en sí mismo los elementos del mundo material. Por su espiritualidad el hombre supera la totalidad de las cosas y penetra en la estructuramas profunda de la realidad.
1 Todas son referencias al Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia
129. El hombre, por tanto, tiene dos características diversas: es un ser material vinculado a este mundo mediante su cuerpo, y un ser espiritual, abierto a la trascendencia.
[Para ampliar: Leer 128 ]
b) Apertura a la trascendencia y unicidad de la persona: pág. 93 a) Abierta a la trascendencia.
130. A la persona humana pertenece la apertura a la trascendencia: el Hombre esta abierto al infinito y a todos los seres creados.
b) Única e irrepetible: capaz de autocomprometerse, autoconocerse y autodeterminarse.
c) El respeto de la dignidad humana (Como fin último de la sociedad): Considerar al prójimo como “otro yo”. ¿Quién es el otro para mí?
El control es obligación de la convivencia civil y digna del hombre.
c) La libertad de la persona
a) Valores y límites de la Libertad. La libertad no se opone a la natural dependencia que como criatura tiene de Dios. La injusticia es opuesta a la libertad. La liberación de las injusticias promueve la libertad.
[Para ampliar: Leer 137]
b) El vínculo de la libertad con la verdad y la ley natural. La conciencia. El necesario vínculo entre la libertad y la verdad. Libertad implica una referencia necesaria a la ley moral natural de carácter universal, que precede a todos los derechos.
[Para ampliar: Leer 142]
d) La igual dignidad de todas las personas
En las relaciones entre los estados y los pueblos requieren del reconocimiento de la dignidad humana sin el cual, no hay crecimiento personal ni comunitario.
[Para ampliar: Leer 147]
e) La sociabilidad de la persona
La persona es en esencia un ser social, porque así la ha querido Dios que la ha creado.
Es necesario, destacar que la vida comunitaria es una característica natural que distingue al hombre del resto de las criaturas.
Yo soy una persona y obro en una comunidad de personas y esta característica a la luz de la fe, tiene un significado muy profundo para mi salvación, por eso estoy llamado a la vida social, a realizar mi vocación personal en comunión con los otros.
NOTA FINAL
¿Que es el hombre? ¿Quién soy yo? podemos decir que para Santo Tomás de Aquino (1225-1274) por la unión substancial de cuerpo y alma, el hombre no está Injertado en un mundo al que de por sí sería ajeno; por el contrario, el mundo es su ámbito propio, es nuestro lugar, mi lugar propio. Donde somos además, la síntesis y culminación de todo lo existente.
Estamos sujetos a las leyes físicas por ser un cuerpo, poseemos vida como los vegetales, estamos sometidos a exigencias biológicas, tenemos sentidos que nos permiten conocer y sentir, a la vez que poseemos instintos como los animales.
Pero trascendemos a todos los demás seres por nuestra capacidad de Comprender y amar, propias de nuestra interioridad espiritual.
De manera que el hombre está en el mundo, forma parte de él y sin embargo lo trasciende. Pero esta trascendencia no me desliga del mundo, sino que por el contrario, me abre a él y me relaciona de un modo más profundo que la simple presencia o pertenencia física.
Por el conocimiento intelectual el mundo se hace presente al hombre en sus aspectos más recónditos y esenciales.
Por el amor y por el trabajo el hombre se hace constructor del mundo, al que transforma, constituyéndose así en continuador, en cierto modo de la obra creadora de Dios.
Santo Tomás insiste en la unidad del ser humano. Mi actividad espiritual esta necesariamente ligada a lo material, es decir, no hay idea por más elevada que sea que no provenga de la percepción sensorial, causada por las cosas materiales.
Ni tampoco hay amor humano tan espiritual que no este ligado a lo corpóreo.
El hombre, yo, no soy un complejo evolucionado de partículas atómicas, ni un espíritu encerrado en un cuerpo. Sino que somos una unidad substancial, en la que lo material y lo espiritual están íntimamente fusionados, sin confundirse.
El autor acepta la idea cristiana que el mundo ha sido creado por Dios para el hombre; todo lo demás tiene su sentido en esa perspectiva, es decir, por su referencia a lo humano. Por ello el estudio del hombre tiene para el filósofo cristiano, una importancia decisiva.
DERECHOS HUMANOS
(Preguntas y respuestas basadas en los números 152 al 159 del Compendio) 
¿Cómo ve el Magisterio el reconocimiento de los derechos humanos? 
El movimiento hacia la identificación y la proclamación de los derechos del hombre es uno de los esfuerzos más relevantes para responder eficazmente a las exigencias imprescindibles de la dignidad humana. La Iglesia ve en estos derechos, la ocasión que nuestro tiempo ofrece para que la dignidad humana sea reconocida más eficazmente y promovida universalmente como característica impresa por Dios Creador en su criatura.
¿Sabés que piensa el Magisterio de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre?
El Magisterio de la Iglesia no ha dejado de evaluar positivamente la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, proclamada por las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, que Juan Pablo II ha definido como una piedra miliar en el camino del progreso moral de la humanidad.
¿Cuál es el fundamento de estos derechos?
La raíz de los derechos del hombre se debe buscar en la dignidad que pertenece a todo ser humano y esta dignidad, igual en toda persona, se descubre y se comprende, ante todo, con la razón, pero también el fundamento natural de los derechos aparece aún más sólido si, a la luz de la fe, se acepta como dada por Dios y Redimida por Jesús.
La fuente NO es la mera voluntad de los seres humanos. En la realidad del Estado o en los poderes públicos, sino en el hombre mismo y en Dios su Creador.
¿Se pueden proteger algunos derechos y otros no?
Los derechos del hombre exigen ser tutelados no sólo singularmente, sino en su conjunto: una protección parcial de ellos equivaldría a una especie de falta de reconocimiento.
¿Se pueden enumerar algunos de estos derechos?
Las enseñanzas de Juan XXIII, del Concilio Vaticano II, de Pablo VI han ofrecido amplias indicaciones. Juan Pablo II ha trazado una lista de ellos en la encíclica « Centesimus Annus ». Algunos de ellos son:

§ El derecho a la vida, del que forma parte integrante el derecho del hijo a crecer bajo el corazón de la madre después de haber sido concebido;
§ el derecho a vivir en una familia unida y en un ambiente moral, favorable al desarrollo de la propia personalidad;
§ el derecho a madurar la propia inteligencia y la propia libertad a través de la búsqueda y el conocimiento de la verdad;
§ el derecho a participar en el trabajo para valorar los bienes de la tierra y recabar del mismo el sustento propio y de los seres queridos;
§ el derecho a fundar libremente una familia, a acoger y educar a los hijos, haciendo uso responsable de la propia sexualidad.
§ Fuente y síntesis de estos derechos es, en cierto sentido, la libertad religiosa, entendida como derecho a vivir en la verdad de la propia fe y en conformidad con la dignidad trascendente de la propia persona.

¿Cuál es el primero de ellos?
El primer derecho enunciado en este elenco es el derecho a la vida, desde su
Concepción hasta su conclusión natural.
¿Los derechos de las personas se pueden extender a las naciones?
Efectivamente, el campo de los derechos del hombre se ha extendido a los derechos de los pueblos y de las Naciones, pues lo que es verdad para el hombre lo es también para los pueblos.
Es decir, los derechos de las Naciones no son sino los “derechos humanos” considerados desde la comunidad.
¿Cuál es el compromiso pastoral de la Iglesia respecto de los derechos humanos?
La Iglesia consciente de que su misión esencialmente religiosa incluye la defensa y la promoción de los derechos fundamentales del hombre, y está promoviendo por todas partes tales derechos.
Ahora bien, el compromiso pastoral se desarrolla en una doble dirección:
- de anuncio del fundamento cristiano de los derechos del hombre y
- de denuncia de las violaciones de estos derechos.
En todo caso, el anuncio es siempre más importante que la denuncia, y esta no puede prescindir de aquél, que le brinda su verdadera consistencia y la fuerza de su motivación más alta.
Para ser más eficaz, este esfuerzo debe abrirse a la colaboración ecuménica, al diálogo con las demás religiones, a los contactos oportunos con los organismos, gubernativos y no gubernativos, a nivel nacional e internacional.
Para ampliar y leer los textos completos 
a) El valor de los derechos humanos, 152.
b) La especificación de los derechos, 155.
c) Derechos y deberes, 156.
d) Derechos de los pueblos y las naciones, 157.
e) Colmar la distancia entre la letra y el espíritu 158.

Fuente: I.F.P www.accioncatolica.org.ar

No comments:

Post a Comment