Tuesday, September 27, 2011

ANTONIO GRAMSCI




Antonio Gramsci vivió en la primera mitad del siglo XX y era marxista. Mussolini lo puso preso y allí escribió los famosos “cuadernos de la cárcel”.
Gramsci murió en una clínica psiquiátrica de roma, pero le dejó la “receta” al marxismo para “tomar” al occidente cristiano. Éste estaba levantado sobre tres pilares:
los 10 mandamientos (como ordenador moral);
la familia (como ordenador social) y
la propiedad privada (como ordenador económico).
El decía que contra esas tres columnas la embestida no se podría sostener. Para esto habría que, primeramente, quebrar las instituciones (que arman el cuerpo social como el esqueleto a la persona), descabezarlas desprestigiarlas para que las futuras generaciones llegaran a pensar que no eran necesarias.
Este punto es esencial en la revolución marxista gramsciana.
En pocos años irían naciendo futuras generaciones sin dios, sin patria, sin raíces, sin identidad nacional, sin principios, sin familia y, por lo tanto, manejables.
¿Qué método utilizó Gramsci?
Copiando a la iglesia, el de la repetición, con la diferencia de que la iglesia, durante siglos, había evangelizado respetando la libertad del hombre. La iglesia jamás violentó la conciencia de la persona. Ni siquiera bautiza si los padres no están de acuerdo.
Contra esto Gramsci propone tomar los medios de comunicación y la educación para destruir la cultura judeo-cristiana, avasallando todos los derechos de la iglesia y de la persona e imponiendo una visión materialista del hombre, negando toda trascendencia.
¿Qué propuestas les llega hoy a los jóvenes?
Una vida totalmente anticristiana y antinatural. Por ejemplo, lo natural es que al varón le atraiga la mujer. Sin embargo, hoy, desde la niñez, se les enseñará en los colegios que el sexo no está impuesto por la naturaleza, sino que “se construye”.
Se les presentarán cinco modelos posibles de familia y no la natural, de varón y mujer, como fue creada por Dios, avasallando todos los derechos de la iglesia sobre los bautizados y aún los derechos naturales de los propios padres a educar a sus hijos.
¿Puede mencionar una virtud atacada por la revolución anticristiana?
Analicemos una virtud simple, como la hospitalidad, que es de orden natural y se potenció a partir del nacimiento de Jesucristo. La argentina, como país católico, se distinguió siempre por su gente hospitalaria.
Hoy, debido a la inseguridad en que vivimos, está atacada y es imposible practicarla. Nadie se anima a abrirle la puerta a un desconocido, ni a darle una mano porque no sabe si lo asaltarán, lo robarán, lo violarán o lo matarán.
Por otro lado, la ´industria del juicio´ ha pulverizado la famosa ´gauchada´ Argentina, hija de la hospitalidad, de colaborar, levantando a la gente en los caminos. Tanto es así que los camioneros eran conocidos en nuestra patria como los ´caballeros´ de la ruta.
Antonio Gramsci ] (Ales, Cerdeña, 22 de enero de 1891 - Roma, 27 de abril de 1937) fue un filósofo, teórico marxista, político y periodista italiano

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